Basada en la filósofa judía-alemana y teórica política Hannah Arendt
Por Hugo Bertone.
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En un tiempo desbordado y casi Colonizado por «lógicas», existió una mujer que sostenía que el mal profundo, en muchas oportunidades es causado por cualquier “Don nadie” que encaramándose a un poder que considera el correcto, justo y necesario, sin realizar ningún acto por iniciativa o pensamiento propio, puede llegar a cometer los atropellos más inconcebibles e irracionales.
Ese mal cometido por hombres sin profundas convicciones, lo denominó “La banalidad del mal”.
Ana, una mujer que poseía la fuerza de cien ejércitos Espartanos, de características “Arrogantes”, para la espuria consideración de un establishment difícil, aquella que a los 14 años pudo comprender un texto tan complejo como “Crítica de la razón pura» de Inmanuel Kant, era Hannah Arendt, cual emblema simbólico de lucha por dar a conocer ideas diferentes, y que las mismas sean tenidas en consideración.
Otra inmensa instancia como directora del séptimo arte, mostrando una dureza compuesta por miedos y temores de una mujer que debía, por antonomasia a sus fundamentados pensamientos, capitular hacia ser consecuente consigo mismo, allende las presiones y situaciones de tumulto y menosprecio.
Martin Heidegger, otro máximo exponente del pensamiento, fue considerado por ser el pensador del Nacional Socialismo por excelencia.
Y Arendt, aquella mujer que generó un supuesto manifiesto “a favor de un criminal nazi”, un ser que no admitía el holocausto y renegaba de sus orígenes.
Los detractores y estigmatizadores en su mayoría, de aquellos y estos tiempos tal vez no hayan leído aquel controversial texto generado por la escritora Alemana – Judía (que sumamente recomiendo, el cual posee un valor trascendental para ampliar el pensamiento), o la opinión que en su momento generó el escrito, no fue interpretada en su totalidad.
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La filosofía y sus generadores siempre estuvieron en contra de cualquier totalitarismo.
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Y ese punto vital sobrevuela en cada segmento de guión y en cada encuadre visual.
Seremos espectadores de una película de ideas que genera debates y puntos reflexivos, un drama histórico biográfico crudo y valiente con un espacio técnico de excelencia a través de su fotografía de planos largos y profundos, y lograda dirección de arte, reflejando momentos significativos (las imágenes en monocroma del juicio al Criminal Nazi, el encuentro de Arendt con su mentor, el manifiesto explicación – defensa de su visión ante un auditorio hostil),dan paso a un protagónico de inmensa relevancia.
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Barbara Sukowa, la versátil y brillante actriz Alemana premiada a mejor actriz en el festival de Cannes, muestra uno de sus mejores roles, a la par de aquella Rosa Luxemburgo de cariño y combate.
Los guiños concebidos a la defensa de su patrimonio intelectual, su permanente cigarrillo, su modo estoico y desprejuiciado, el amor hacia su compañero y las situaciones extremas de vida que no se manifiestan con relevancia, pero se sienten a través de sus miradas de profundidad, de sabiduría, casi con frialdad Teutona, y una inmensa carga de angustia, una necesidad de generar una explosión interna que la demuestra, mediante su devenir ante los hechos atravesados.
Toda esa gama de sentimientos explícitos y muchos implícitos, logra esta Arendt de la actuación, proceder, construyendo uno de los papeles actorales femeninos mas logrados de la cinematografía de todos los tiempos.
Ana puso de manifiesto que el mal puede ser obra de la gente común, de aquellas personas que renuncian a pensar para abandonarse a la corriente de su tiempo. Su mirada encuentra en EIchmann una incapacidad a contextualizar las órdenes que se le dan y hacen de esa obediencia extrema, su única cosmovisión de lo que lo rodea. Algunos fueron incapaces de darse la oportunidad de interpretar o cuestionar, fueron como hologramas de una mente superior que los manipula con facilidad. También cuestionó la conducta de algunos judíos degradados moralmente por sus captores que fueron colaboracionistas y debido a esta ruptura de su propia humanidad, intentan sobrevivir como les ordenan hacerlo