Presente continuo, documental
Presente continuo, documental

Presente continuo, documental

Ganadora del Premio del Público en el último BAFICI, Presente continuo sigue al adolescente de 17 años en ensayos teatrales de su madre o en movilizaciones callejeras en un intento amoroso (y por momentos infructuoso) de aproximarse a su universo. Rosell, que debió ocuparse de la cámara, el sonido y la fotografía para preservar cierta intimidad en el entorno de su hijo, juega deliberadamente con los límites de la ficción y el documental  retratar el mundo de Lisandro.Película de observación, retrato de personaje y ensayo sobre la familia, el trabajo de Rosell es sin dudas uno de los documentales más luminosos del año. Esta semana, a propósito de sus funciones en las salas de Cacodelphia y MALBA, hablé con el realizador sobre el origen del proyecto, la selección de escenas y sobre cómo repercutió la película en su hijo.

El origen: «Yo tenía la fantasía de filmar algo con Lisandro, en una especie de improvisación donde hubiera personajes y una situación de ficción. En esa idea primigenia, Lisandro era el hijo de una de las protagonistas con una historia que tenía que ver con el mundo de la actuación. Pero viendo lo filmado noté que lo más cautivante del asunto era el propio Lisandro. Más allá de la situación dramática de los personajes inventados, del posible plot twist que queríamos para plantear la película, lo importante era la espontaneidad y el magnetismo de Lisandro. Lo que más me atraía era su imagen con todas sus extravagancias y sus conductas». 

ulisesrosell | Presente Continuo | Instagram

Estreno Presente continuo Malba

Grabar sin equipo: «Cuando me di cuenta de que tenía que privilegiar la intimidad de Lisandro, mediatizada mínimamente por la parte técnica, fue cuando encontré la película. Inicialmente había empezado a grabar con el mismo equipo con el que habíamos filmado El futuro (N. del E.: su película anterior centrada en la pandemia de COVID-19)».Las escenas: «Fui grabando episodios. Al comienzo pensábamos en un cortometraje alrededor de Lisandro en el teatro y en su vínculo con Valen y Salvajada, con esa metáfora absolutamente explícita del diferente que no está integrado. Luego apareció la línea divisoria entre realidad y ficción. Ahí se me ocurrió sumar a Jeff (Zorrilla, director de cine estadounidense y amigo de Rosell) como un personaje de ficción al que le sucede algo real en su vínculo con Lisandro».

El afiche de la película: «Es una serie de fotos que tomé durante un viaje a Mar del Plata. Me llamó la atención la secuencia: son tres fotos rápidas con tres expresiones completas muy diferentes. Charlé con (el diseñador) Andrés Mendilaharzu sobre transmitir la idea de una secuencia y poner esas imágenes como si fueran fotogramas. Él me contestó: ¿Quién carajo sabe lo que es un fotograma hoy? y se inspiró en la tapa de Quadrophenia de The Who

Las funciones de la película: «Lo que está pasando no debe tener antecedentes, porque no creo que haya un pibe que esté involucrado en algo así. Van ocho funciones y debe haber ido cinco veces siempre en primera fila. Cuando ve la película, le encanta y cuando hay debate se afana el micrófono y saluda al público presente. Ni remotamente me hubiera imaginado que ese espacio estimularía de esta manera a Lisandro, pero es todo insólito».El enfoque del documental: «Yo estaba seguro de qué documental no quería hacer. No me gusta el cine didáctico o el cine militante; de educarme viendo una película. Para mí el cine es como algo más parecido al hipnotismo».
Pablo Kulcar
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