SINOPSIS

Protagoniza, junto a Pablo, esta historia de dudas y conflicto que acarrea el decir adiós a una relación de manera unilateral. Una relación y un pueblo costero que está en manifestación y organización permanente contra aquellos negocios que quieren comercializar la vida y la vivienda. Debido a la protesta, no entran ni salen camiones, pero cuando Julia encuentra el modo de irse, se arrepiente y vuelve para continuar la lucha.

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La película:

Julia deambula entre la playa, las rocas, la gente y su pareja. Tiene la intención de irse, no sabemos que produjo La Ruptura que  se está gestando dentro de ella, pero vemos cómo por momentos la arropa para adormecerla y por otros, la moviliza para que accione en consecuencia. Su actitud es defensiva. Agazapada espera que las cosas sucedan. Desea un cambio, pero aún no decide de dónde ni de quien.

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Su madre intenta recuperarla y su pareja parece incapaz de expresar sus elecciones frente a ella y a sus vecinos. Las cosas se precipitan y cada uno ocupa el rol que siente le corresponde. La Ruptura cambia de dimensión, pasa de lo personal a lo existencial.Nada parece definirse del todo, pero la necesidad de defender lo que se tiene y lo que se siente, sella las diferencias y La Ruptura elige colectivamente a quien enfrentar.

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El conflicto inmobiliario actúa de contexto y también se instala como una fisura entre los dos protagonistas. El relato es la crónica de pequeños desencuentros y  pasiones encontradas.

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El posible desalojo involucra a todo el pueblo en reuniones, una tanto estereotipadas en sus consignas, que intentan defender la idiosincrasia de habitantes que se ven a sí mismos como los «originarios del lugar» y se niegan a ser decoración de emprendimientos turísticos.

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Muy bien filmada, nos involucra en el mundo interno de Julia y Pablo, que por momentos nos asfixia un poco, pero la directora nos muestra un camino visualmente fácil y placentero hacia su elección final.

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E L E N C O

Alfonso Tort, Catalina Silva Bachino, Adriana Ferrer, Sergio Gorfain.

Ficha técnica

Escrita y dirigida por MARINA GLEZER
Director de Fotografía: ARAUCO HERNANDEZ HOLZ
Dirección de sonido: FEDERICO MOREIRA
Montaje: JOSEFINA LLOBET (SAE), NOELIA COUTO (EDA)
Música: NICOLAS IBARBURU
Productores: PEDRO BARCIA, JUAN JOSÉ LOPEZ, GERMAN ORMAECHEA, MARINA GLEZER, MIRANDA DE SÁ SOUZA, IGNACIO BOLLINI,
MAXI DUBOIS
Argentina – Uruguay


L A   D I R E C T O R A


Marina Glezer

Marina es actriz, guionista y directora de nacionalidad brasileña / argentina. En la actuación se formó con Norman Briski, Augusto Fernández, Matías Feldman y Nora Moseinco. Debuta como actriz en 1998 y en 2003 interpreta a La Pelu, en la película “El Polaquito”.
“Gabriela e Ismael” es su primer cortometraje. “Berta y las menores”, su segundo, ganó UNCIPAR y estuvo en el Festival de Cine Internacional de Mar del Plata 2016.
En 2018 dirige su primera obra de teatro: “Salón De Belleza” que obtuvo el premio del Fondo Nacional de las Artes. A su vez, escribe y dirige su tercer cortometraje: «El señor del tiempo»y en el 2018 realiza «Mujer Animal», su cuarto cortometraje.
“La ruptura”, es su primer largometraje.


N O T A S   D E   L A   D I R E C T O R A

«Un largometraje necesario, porque necesitaba contar el amor de una pareja que se rompe en un contexto de demolición y transformación del lugar que los aloja, que es un pueblo turístico que se ve afectado por la intención de la gentrificación.
Un nuevo plan de manejo del Parque Nacional tiene como fin barrer la cultura patrimonial del pueblo turístico para transformar en un plazo de veinte años, el paraíso salvaje y natural, en un sitio turístico de lujo y de exclusividad de concepción extractivista.

En mil novecientos noventa y cinco demolieron todas las casas de la playa sur, alegando una defensa del ecosistema de dunas móviles con la peripecia de la protección ambiental intereses espurios y corporativos se infiltran en la comunidad del pueblo de pescadores.

Tal es así, que la ruptura amorosa entre Julia y Pablo es una metáfora de lo individual hacia lo colectivo. Ahora y en un futuro cercano, quieren demoler veintiséis casas del camino rocoso. Para, finalmente, desarmar el mítico pueblo costero.

La ruptura habla de amor en tiempos de neoliberalismo, el todo por las partes. La ruptura es necesaria para la homologación entre un pueblo que se une y se protege con un amor que parece se disuelve».

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Marina.