CIEN AÑOS DE PERDÓN
Función homenaje 25° aniversario
una película de José Glusman
con
Margara Alonso
Pompeyo Audivert
Noemí Frenkel
José Glusman
David Szneck
Helena Tritec
Un mundo tan absurdo que podría ser reaL
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SINOPSIS
Una ácida metáfora sobre una clase media destruida, con deudas impagables, como el país. Que desconfía de las instituciones, con seres desesperados. Ninguno contaba con lo que iba a hacer el otro y sucede lo inesperado en un mundo tan absurdo que podría ser real.
DATOS DEL ESTRENO
CIEN AÑOS DE PERDÓN (Argentina, 2000)
Dirección José Glusman | 89 minutos, Ficción
Calificación SAM 16 | Distribución Bellasombra
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El film cuenta con las actuaciones de Pompeyo Audivert, Margara Alonso, Noemí Frenkel, Helena Tritec, David Szneck y el propio José Glusman, y cuenta una historia tensa, de seres pequeños, donde no se puede distinguir claramente a los buenos de los malos; donde, de alguna manera, todos se roban entre todos. Y como bien dice el refrán: ladrón que roba a ladrón, tiene cien años de perdón.
Se trata de una ácida metáfora sobre una clase media endeudada y desesperada. Ninguno contaba con lo que iba a hacer el otro, y sucede lo inesperado, en un mundo tan absurdo que podría ser real.
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FESTIVALES Y PREMIOS
– Festival Internacional de Cine de San Sebastián 2000, España. (clase A)
– Rencontres Cinéma d’Amerique Latine, Toulouse , Francia
– 2º BAFICI Festival Internacional de Cine Independiente, Argentina
– Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, Argentina (clase A)
– Festival Internacional de Cinema del Medi Ambient, Gavà, Barcelona, España.
Premio al Mejor Guión, Premio a la Mejor Película y Gran Premio “Sol de Oro”
– La Habana International Festival of the new Latin American Cinema, Cuba
– Cinesul 2001, Río de Janeiro, Brasil. Segundo Premio Mejor Película
– New York Latino Film Festival 2001, USA
– Los Angeles Latino Film Festival, USA
FICHA TECNICA
Dirección José Glusman | 89 minutos, Ficción
Guión JOSÉ GLUSMAN – JUAN AMEIJEIRAS
Asistente de dirección NORMA ANGELLERI
Director de Fotografía GERARDO SILVATICCI
Música EDU ZVETELMAN
Montaje PATRICIA ENIS
Director de Arte OSKY ESCANILLA
Productor JOSÉ GLUSMAN
Casa Productora GRUPO SUAR Audiovisual
ELENCO
POMPEYO AUDIVERT – NOEMÍ FRENKEL – JOSÉ GLUSMAN
MARGARA ALONSO – HELENA TRITEC – DEVID SZNECK – LALO MIR
Sobre José Glusman
MOTIVACION DEL DIRECTOR
Festejar los 25 años del estreno de Cien Años de Perdón con la proyección de la copia original en 35mm (no en formato digital), tal cual se exhibió en su momento es el mejor homenaje a la película y a todOs los que participaron en ella y la hicieron posible. Pero también es corroborar la circularidad de nuestro país, y por eso la película cobra una vigencia y actualidad sorprendente. O no tanto: fue previa a las crisis del 2001 y de alguna manera, la preanunciaba al contar la historia de una clase media cayéndose a pedazos, endeudada hasta lo imposible, apelando a acciones desesperada con tal de salir de la asfixia en que se encuentra, con seres miserables donde no se distingue claramente los buenos de los malos. De hecho no los hay, todos son víctimas de un sistema perverso.
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LA PELÍCULA DESDE MI BUTACA
Es un policial negro que tiene toda la estética de una película minimalista. Esta ambientada en un pueblo de Entre Rios y el escenario principal es una casa familiar muy venida abajo, con sus habitantes al borde de la disolución familiar. Allí un hijo a cometido un robo a su ex jeje y este lo despide. Durante 5 años, la víctima se los pasa intentando cobra el dinero sustraído. Hugo (el ladrón) hace caso omiso a este reclamo. El ex jefe es propietario de una ferretería y vive con una madre dominante, con una depresión hipocondríaca con aparentes problemas económicos. La historia esta situada en una momento del país antes del 200i,en la gestación de la crisis que luego explotó.
La familia deudora tiene una hija que por distintos motivos estaba viviendo en Buenos Aires y luego de sufrir violencia de genero, decide regresar a esa casa familiar. Su madre esta perdida en los laberintos de una enfermedad mental, su padre no tiene mas que resignación y dependencia para con su hijo Hugo, quién esta al borde del colapso emocional. Su carácter es el de un cínico degradado que solo aspira a un escape fantasioso de ese entorno que el mismo construyó. La relación con su hermana insinúa más que lo que muestra. Ella es recibida y se instala casi como en un retiro momentáneo, para pensar sus próximos pasos. Finalmente secuestran al dueño de la ferretería cuando se acerca a reclamar la deuda. Los hechos son dinámicos y su tono lo macabro por instantes se acentúa y por momento se relaja.
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Pompeyo Audivert es el centro de la película. Construye un personaje con tanta habilidad actoral, jamás pierde la tensión que le impone. Es un tipo resentido y degradado con una violencia salvaje y algo primitiva. Su «Hugo» es una construcción física y actoral descomunal. Su talento desborda y actúa de péndulo a los límites de un personaje grotesco, con arrebatos de furia, y con un lenguaje acertado a cada palabra. Su rostro desborda todo tipo de emociones, pero el actor las regula con un capacidad superlativa. No se distiende en ningún momento, se relaja, pero jamás sale del sujeto descocado que casi infantilmente, deambula entre quienes lo acompañan. Estos con tacto y el espectro emocional acorde al drama, aportan su profesionalidad y capacidad para que la trama sea creible. Nadie desentona, la mamá del ferretero con poco nos regala mucho, sus apariciones tienen algo de humor negro que descoloca a totalmente a Hugo, cuando no le muestra nada de miedo. Este contrapunto está en su tiempo exacto de cocción, no se sobrepasa ni se se queda corto. Todos allí actúan y se lucen.
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Noemí Frenkel es una extranjera en su tierra, pero muy rápidamente se acomoda a esa decadente realidad llena de miseria y decadencia.Su belleza y su mirada actúan como nuestra ante la mecánica de vida que allí sucede. Es intensa cuando se necesita y solemnemente misteriosa y humana, cuando ella lo decide. La historia tiene un final que deja a todos con algo. La película es una especie de obra teatral filmada, pero con todo lo que el cine aporta, en primeros planos y en la elección de las tomas, para contar la historia. Una verdadero lujo, tiene una historia bien contada, bien actuada, creible, que moviliza y conmueve. Todo homenaje a «Cien años de perdón» es totalmente justificado y hace necesaria una mirada de aquellos que subestiman al cine argentino.
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