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El conocido distribuidor de cine es el protagonista de este film de Marcos Martínez. https://play.cine.ar/INCAA/produccion/6669
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Elenco Secundario
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Tras la pantalla, recopila la experiencia de Pascual Condito, distribuidor, actor, coleccionista de películas y amante del cine argentino. Su pasión y su habilidad para los negocios le permitieron sobrevivir a las diferentes crisis económicas que tuvo el país. A pesar de esta capacidad de resiliencia, el protagonista explica cómo las empresas extranjeras se apropian de las pantallas y así, de la posibilidad de exponer otro cine que no sea el netamente comercial.
Es un instructivo de cómo se ahoga al cine argentino en toda su capacidad. Si no se puede ver, solo sirve para el living de algunos elegidos. Muchos más profundamente se debaten las posibilidades de exponer distintas categorías de películas, crear circuitos más chicos, que de alguna manera den oxígeno a producciones también más chicas. Se registran charlas con personalidades de la industria y sus reclamos con agentes de prensa o directores. Es un documental emocionalmente didáctico, no solo muestra el tras de escena de una actividad, sino que la explica muy pasionalmente.
El documental registra intimidad y genera una empatía inmediata. Pascual habla y se explaya sobre todos sus puntos a criticar, no se detiene en la mera lamentación nostálgica, se muestra con ganas de sobrevivir a algo que no ofrece salida a la vista. Es su personalidad directa y transparente, su manera coloquial de enfrentar la cámara y desde un escritorio lo que todavía le otorga una halo de poder, que se impone como el centro de la historia.
La película es nostálgica porque aborda el tema del cambio. Son difíciles de detener los movimientos que tan bruscamente modifican a una industria. La era digital y la concentración de pantallas en los shoppings, hacen del cine otra cosa de lo que fue. Es un documental que genera nostalgia por lo que se pierde, por esa cosa casi artesanal muy cercana al sacrificio. La diversidad de fotos, posters, cassettes y películas nos dan idea de la vitalidad que tuvo una industria, que se tiene que adaptar a los procesos de cambio de público y de formas de ver el cine.
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Sin embargo, el distribuidor sostiene en estos últimos años que el negocio del cine ha cambiado profundamente y que él, como otros distribuidores nacionales, puede desaparecer del mercado. Una realidad que comparte y discute con muchos de los que pasan por su emblemática oficina.
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El documental es muy atractivo y original, aunque no impone nada nuevo, de ninguna manera cansa o aburre, quizás sea por las palabras de Pascual, sobre todo su forma de decirlas. Hay algo de epopeya épica que se apaga, hay algo de amor al relato, a necesidad de escuchar historias bien contadas que nos representen, que parece empezar a oscurecer. Es un pedazo de historia en movimiento y el director la expone como una llama que se apaga lentamente. Vemos la mudanza de la distribuidora como una despedida a un tiempo en que se necesitaba un oficina con sala de cine, a una nueva con lugar solo para algunos escritorios. Pascual es un personaje que lleva 30 cameos en películas argentinas, sueña con tener un depto en el edificio que van a construir sobre el terreno que dejo la demolición del que albergaba su oficina.También le reclama a su hijo que disfrute de un lenguaje cinematográfico que parece no representarlo. Este es el punto de quiebre, los chicos ven en toda esa pila de fotos y cassetes como algo que sobra y se podría tirar, pero Pascual y el director las ven como la sangre misma de una cuerpo que se niega a morir.
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Marcos Martínez
Cineasta y fotógrafo, y dirigió junto a Hernán Lucas los videos documentales Social (2001), Edificio (2004), y Cámara fría (2006), ensayo documental sobre el cine argentino durante la última dictadura militar. En el 2007, estrenó su primer largometraje, Estrellas, que co dirigió junto a Federico León.
Sobre el documental ,el director indicó que “el análisis y el debate sobre el proceso de construcción del cine argentino se ha desarrollado fuertemente en libros y revistas, mesas redondas de festivales, sitios de Internet y hasta en programas de televisión, pero muy pocas veces en la pantalla grande. Así es que me parece atractiva y necesaria la búsqueda de reflexionar sobre el cine desde el cine”.
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