“Hermanas de los árboles”, un movimiento de mujeres en la India
“Hermanas de los árboles”, un movimiento de mujeres en la India

“Hermanas de los árboles”, un movimiento de mujeres en la India

Árboles,  agua, niñas  y mujeres

Los realizadores argentinos Camila Menéndez y Lucas Peñafort son los creadores del documental Hermanas de los árboles, que retrata la iniciativa en una pequeña aldea de India donde desde el 2005 plantan 111 árboles para celebrar el nacimiento de cada niña con el fin de generar conciencia contra el infanticidio

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La trama se centra en la aldea rural de Piplantri, perteneciente al estado Rajastán, en India, un lugar rodeado de minas de mármol donde las mujeres ya no temen dar a luz a una niña. El nacimiento de una hija es visto todavía en muchas aldeas y lugares de la india como un problema. La famila para lograr que su hija sea esposada, deberá pagar una dote a sus futuros suegros. Allí a la mujer es considerada un persona improductiva a la que es preciso mantener. Obviamente esa mirada cultural no le reconoce casi la condición de persona y menos valoriza sus tareas, sean domésticas o con la educación de sus hijos. Otro punto explícito en el documental es la sequía que generó la minera con sus consecuencias sobre el terreno, y la decisión de su alcalde para recuperar la capacidad acuífera del lugar reviviendo la agricultura y la vida en general de su pueblo. 

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Un emprendimiento para hacer jugo de aloe vera será dirigido íntegramente por mujeres, esto las empodera y los visibiliza. A partir de estas actitudes adquieren una otredad que las dignifica y las motiva a superarse formando una unión que les otorga responsabilidades y autoridad frente a los hombres del lugar. Adquirir conciencia del daño que las mineras hacen al equilibrio ecológico impulsa un crecimiento individual y colectivo que con ayuda de dependencias gubernamentales construyen un efecto de pertenencia que se traduce en nuevos emprendimientos. Todos y todas son parte de los cambios y para ser consistentes, hombres y mujeres deberán involucrarse en una relación de mayor igualdad, casi una revolución para esta India histórica.

Cada nacimiento femenino impulsa un ritual que surge a partir de la historia de Shyam Sunder Paliwal, jefe electo de la aldea en ese momento, que perdió a su hija de 16 años por deshidratación y decidió plantar un árbol en su memoria. Desde entonces pensó que los árboles se deberían celebrar la vida de las niñas y así convenció a toda la comunidad que el futuro para ellos era cultivar esos árboles, cuidar el agua y darles acceso a la educación a las niñas del lugar.

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Las complejidades y  dificultades en el pueblo son tomadas con naturalidad. La pantalla nos presenta un lugar pequeño con una distrubución de sus habitantes rudimentaria y envolvente.La mayoria de las viviendas estan gastadas por el tiempo, las piedras de la cantera los rodean como si fueran ruinas históricas, El escenario es de una pobreza importante, un territorio donde las cosas se hacen artesanalmente y con herramientas viejas como las vacas que se pasean a gusto constantemente.

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Las mujeres con más experiencia de la aldea, intentan ganarse la confianza de las más jóvenes explicándoles qué tener una hija debe ser igual a tener un hijo.Son poco convincentes y sus escuchas son tímidas y parecen esperar una contrapartida económica que les permita avanzar en la dirección correcta.Son mujeres educadas en un contexto donde las reglas estan hechas hace mucho tiempo y no estan seguras de tener la capacidad de cambiarlas. La fuerza de lo colectivo las transforma de a poco.

Nadie quiere olvidar aspectos culturales que las hacen pertenecer, los rituales  se mantienen, solo surge una nueva ceremonia respaldada por una posibilidad de obtener un dinero para esa niña a los 18 años y que cambia vida por arboles.Niña que nace será hemanada a111 arboles plantados por su concepción.La naturaleza se solidariza consigo misma. El círculo se cierra y el futuro comienza a dibujarse en el horizonte.

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La película es de una belelza sorprendente.La cámara registra rostros y templanzas de forma milimétrica.Los habitantes se muestran inocentes o ingenuos, pero es la austeridad, tan lejos de nuestra vida tecnológica, la que nos conmueve.La direción es impecable, muestra y recorre un relato que se comprende a la perfección.Encuentra en la estética el color que la sensibilidad artistica impone.La comunidad se sobrepone y su pequeñes es casi una briza silenciosa que intenta recordarnos los tiempos biológicos en que una semilla se despierta y convierte en árbol. 

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Los realizadores Lucas Peñafort y Camila Menéndez.

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.Lucas Peñafort

Qué significó para esas mujeres visibilizar su historia, en el contexto de una cultura donde la mujer no es protagonista?

Antes de ir a Piplantri sabíamos que las protagonistas de la película iban a ser las mujeres. Cuando llegamos nos abocamos durante varios días a recorrer las casas del pueblo y charlar con ellas, a conocerlas. No fue nada fácil porque las mujeres no estaban acostumbradas a tener un protagonismo como el que nosotros le propusimos. En este lugar, por ejemplo, es costumbre que si el marido está presente la mujer no puede hablar con las visitas. Aunque en Piplantri se ha avanzado mucho en varios aspectos, el peso de la tradición se sigue sintiendo. Empezamos a filmar a mujeres que después no quisieron seguir, pero las que accedieron lo hicieron con total generosidad y entrega. Fuimos parte de sus vidas cotidianas durante dos meses, accedimos a su intimidad y generamos un vínculo. Muchas de ellas son parte activa de este proyecto y trabajan para expandirlo.

Sienten que aportaron algo con su visión de la igualdad en una sociedad donde la mujer es oprimida y poco permeable a permitir estos debates?

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Los procesos son sumamente extensos y debemos salir del tiempo de nuestra propia cultura ya que de otra forma fracasaremos en la comprensión. La India encierra en sí el germen de la historia antigua. Basta remontarse a esa historia en la que pueden verse marchas y contramarchas en el paso de una mayor libertad u opresión para las mujeres. En la práctica, hablamos de formas de organizar la sociedad que pueden parecernos chocantes desde la perspectiva de occidente, aún hoy si bien no son avaladas ni reconocidas por el Estado, este cambio comenzó con Gandhi y en la independencia de la India subsisten de forma arraigada prácticas como la dote, el sistema de castas, el matrimonio arreglado de niñas y niños, entre otras. El cambio, en este caso, se encuentra en una mayor conciencia del papel de las mujeres, un empoderamiento desde lo económico y el poder decidir sobre su educación. Sin embargo, el fin último de la mujer en esa sociedad está en el cuidado de su familia y en una centralidad absoluta en la figura del esposo profundizó Lucas Peñafort.

Percibieron algún comienzo en la construcción colectiva de un nuevo rol de la mujer ?

En India se encuentran inmersos en un proceso totalmente distinto respecto del feminismo y la igualdad de género, especialmente en las zonas rurales como esta. Ellas no se autoperciben como feministas, ni contaban con ninguna base teórica al respecto, sino que todo lo construían desde un lugar muy intuitivo y desde los valores del respeto por todos los seres y por la vida en general. Su cultura está transformándose muy aceleradamente para abrazar este tipo de iniciativas; es un lugar de contrastes muy marcados y así como suceden situaciones de mucha desigualdad, está lleno de proyectos sorprendentes como este .

Y acerca de si creen que se puede trasladar esta experiencia a otras sociedades, analizó:

Sí, porque creemos que la situación en India tiene varios puntos de conexión con muchas de las situaciones de desigualdad que viven las mujeres en América latina y que esta iniciativa podría replicarse con éxito en otras latitudes, como ya está sucediendo en India.

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El proyecto con los árboles, como el trabajo para obtener agua contribuyen de manera al crecimiento económico de Piplantri.

El proyecto nace con el lema de cuidar los árboles, el agua y las hijas en partes iguales –dijo Menéndez–. Los motiva el cuidado del medio ambiente y seleccionan las variedades de árboles que mejor se adapten a los suelos, incluyendo muchos frutales. Buscan contrarrestar el impacto negativo de las minas de mármol cercanas, la devastación y el extractivismo.

Finalmente, Peñafort dio su opinión acerca de si el documental plantea alguna reflexión:

Nos interesa el trabajo con el espectador, introducirlo en este mundo y que pueda compartir junto a nosotros ese viaje de descubrimiento. Si bien existe una dimensión política en el retrato de una comunidad, intentamos aprender sobre la marcha y alentamos que cada quien pueda sacar sus propias conclusiones. Creemos que toda obra está inacabada sin alguien del otro lado que complete su sentido

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 fuente: elciudadanoweb.com
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Pablo Kulcar
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