Publicado por PABLO KULCAR
UNA SERIE RELATA LA HISTORIA DEL JAZZ ARGENTINO A TRAVÉS DE QUINCE CAPÍTULOS.

La música estimula los estados de ánimo. Hay melodías y ritmos que provocan determinados efectos y situaciones, siempre hablando en forma subjetiva ya que muchas veces son marcas e imágenes de un pasado diferente para cada oyente. De todas maneras, esas melodías culturalmente han dibujado un entorno por el que determinado público se mueve al pertenecer a ellas.
El jazz es disruptivo, construye y destruye, implosión y explosión, casi al unísono; y aquel que así lo siente aprende de sus tiempos y sintoniza anímicamente con ese sonido único y diferente.
“Legado pionero” es casi una manual de instrucción para aprender a disfrutar el jazz. Cada episodio tiene el relato en primera persona de un músico representativo. Este es coloquial, didáctico y cristalino. Sin mayores pretensiones expone hechos cronológicos con orgullo y placer.
El documental recupera en cada una de sus capítulos, el placer de escuchar una historia de forma directa de sus protagonistas: los músicos. Estos casi como contadores de cuentos, nos describen el camino recorrido. La voz esta contextualizada con fotos de época y en casi todos los casos, la voz de familiares del artista.
Cada uno es un talento que se encuentra con la música desde muy chico. Siempre un instrumento, un tema, un músico o un disco dispara con fuerza y para siempre la vocación de darle sonido a ese lenguaje musical.

Son 15 los capítulos de la serie documental “Legado pionero” en la que su realizador Claudio Koremblit presenta material extraordinario de los orígenes del jazz local. La primera generación de músicos cultores de este genero, “made in argentina”, tiene aquí su reconocimiento
“En un tiempo en que no había escuelas de jazz, ni conservatorios con carreras de música popular, ni ‘maestros’ que guiaran a los jóvenes por la senda de este sonido. Estos músicos tuvieron que poner la oreja en los parlantes y sacar todo de los discos”, repasa Koremblit
Desde esa misma certeza el documentalista indica que “los jazzeros argentinos de los ’60 son únicos», porque fueron incorporando enseñanzas sin una currícula organizada, ni métodos, con tan solo con una pasión ciega que los motorizó. De a poco fueron comenzando a componer, y a crear una música distinta a todos sus modelos. Se profesionalizaron y pudieron vislumbrar una carrera sin un contexto que los invitara a hacerlo”.

“Fue, insiste Koremblit, una generación de utopistas y autodidactas que abrieron el camino, aprendieron y tuvieron la generosidad de compartir sus saberes desarrollando estilos originales. Cuando salieron al exterior, tuvieron óptima recepción del mundo del jazz, aunque eso generalmente les significó ser olvidados en su tierra”.
El director acondiciona las imagines en una sintonía perfecta. Fotos en blanco y negro de un pasado con jóvenes casi siempre en trajes y peinados con la estética de la viejas bandas de jazz norteamericanas. Bandas y quintetos, se arman y desarman, y en esa mecánica aprenden esta música extranjera de forma autodidacta. Sus únicos maestros fueron temas y zapadas escuchadas en los discos que conseguían en aquellas míticas disquerías del centro de la ciudad.
El jazz es universal, su música es ontológicamente sensorial y se apoya en los talentos particulares de quienes la tocan. Es la casa que cobija a una especie de cultores de la experimentación y la improvisación. A ella, acceden luego de horas de ensayo y estudio. ”Legado pionero” nos invita a tomar un silla y estar presentes en esas salas o sobre alguno de eso pequeños escenarios donde un generación de muchachos apasionados por su arte, aprendían a ser músicos.
“Sin memoria no hay historia y siempre será útil y necesario conocer las huellas esenciales de cada género, porque son los verdaderos héroes de la historia, los que tuvieron que hacer todo desde cero.”
Claudio Koremblit
El estreno del primer capítulo de “Legado pionero” se centró en la historia del pianista Horacio Larumbe, entrevistado por el baterista Norberto Minichilo, ambos fallecidos en 2003 y 2006 respectivamente
La serie presentada por el pianista Jorge Navarro, quien también es parte de la galería, cuenta con nombres de la importancia del trompetista Roberto “Fats” Fernandez, el pianista Santiago Giacobbe. Otros nombres que serán parte de esta memoria son Jorge López Ruiz, Baby López Furst, Jorge “Negro” González, Néstor Astarita, Rodolfo Alchourrón, Alfredo Remus, Gustavo Bergalli, Américo Bellotto, Jorge Anders, Horacio Malvicino, Gustavo Kerestezachi y Carlos Alberto “Pocho” Lapouble
Cada entrevista se completa con material visual y audiovisual disponible, de actuaciones en vivo en TV, imágenes privadas de los distintos archivos de los participantes y con el aporte esencial de la familia de cada músico.
Koremblit y “Legado Pionero”
Fue productor musical de “Badía y compañía”, entre 1984 y 1988, y ostenta una larga trayectoria audiovisual. Profundiza con “Legado pionero” una obra independiente y autogestiva que en septiembre pasado tuvo su primer gesto con el largometraje “Gustavo Leguizamón creando la tierra”.

Para sumarle contexto a esta investigación cultural, Koremblit apunta: “dedicarse al jazz, como luego al rock, era cosa de locos». Los marginales de la sociedad. No es casual que los primeros clubes de jazz fueran prostíbulos, al igual que los primeros donde nacía el tango”.
Esta ligazón entre tango y jazz tendría matices. Así lo señala Claudio: “esta generación viene a clausurar la festividad de los ’40 y los ’50 que reunía a orquestas de tango y jazz, y a proponer a cambio una música para escuchar. El jazz pierde el baile, abandona la masividad y se acerca a la música de cámara. Un estigma que se mantendrá para siempre y que es coincidente con la ruptura que provoca el nuevo tango. Horacio Salgán, Astor Piazzolla y Eduardo Rovira” serán algunas de sus caras mas visibles.
El visionado de esta serie jazzera es libre y gratuita, pero para apoyar el trabajo independiente de Armusa se solicita una contribución voluntaria que puede concretarse por medio de una cuenta de Mercado Pago.
Fuente : Agencia Telam

¿Qué sentís que puede aportarle esta serie a la actual escena del jazz local?
Claudio Koremblit: memoria y sin memoria no hay historia. Siempre será útil y necesario conocer las huellas esenciales de cada género, porque son los verdaderos héroes de la historia, los que tuvieron que hacer todo desde cero.
Decís que el jazz es cosa de locos como lo es el rock, pero su mundo o su entorno parece estar más relacionado a un tipo de artistas más sofisticados. ¿Esa es la impresión que te dieron los protagonistas de” Legado pionero”?
Cuando digo que el jazz era cosa de locos, como el rock, me refiero a los años fundacionales, cuando nadie vislumbraba una carrera, una profesión. Sólo los movía la pasión. Claro que al lado del rock adolescente, eran músicos que tenían una oreja más educada, con otras armonías. El bop abrió muchas cabezas no-jazzeras, algunos eran tangueros, otros folcloristas, pero el rock aún estaba en piyamas, llegó tarde a su enseñanza.
Después, algunos inquietos como Spinetta se metieron a investigar y a tocar y aprendieron mucho, pero fue un recreo de su interés principal. Es interesante analizar la improvisación en el rock para entender hasta donde pudieron llegar. Para romper el molde hay que tener mucha solvencia y talento, para aventurarse en un territorio virgen y no morir en el intento. Creo que casi todos fracasaron en ese terreno, salvo algunos genios que tenían una cabeza abierta y sobre todo orejas libres de prejuicios. Podría nombrar a algunos pioneros, como Robert Wyatt, SydBarrett y Captain Beefheart, o Zappa,por ejemplo.
¿Es inevitable que tengan que sufrir desarraigo, que midan su tarea en el exterior para sentirse reconocidos como verdaderos jazeros?
El reconocimiento en el jazz puede diferir si el músico se fue a vivir afuera y volvió 20 o 30 años después. También pasa en el rock. Se los ignora. No existen. Tienen que tener mucha suerte si algún periodista de su época aún está activo y les da un espacio.

Hay una mirada hacia el género del jazz como un estilo que hace un culto excesivo del virtuosismo instrumental ?
El culto al virtuosismo en los instrumentos no es tan distinto a otros géneros, más allá de los clichés de cada uno. La velocidad fue un modelo que pegó fuerte, pero por suerte está perimido. Son los vicios que se imponen,desde los modelos impuestos, que lamentablemente infectan a generaciones enteras. Hoy ya todo es relativo. Nadie es mejor por tocar rápido. Ser excelso lo da la originalidad. Lo único válido en estos tiempos es ser único, personal, no parecerse a otros. Y creo que es válido para cualquier género.
Desde una mirada prejuiciosa, la noche es el contexto ideal para el jazz, ¿también lo es para un tipo de músico que no imaginamos tocando una tarde en un parque público?
Prejuicios de alguien que tiene horarios para coger o para fumarse un porro. Sobre gustos…
¿Cuáles otros proyectos de rescate musical argentino tenés en carpeta?
Tengo por delante editar el documental del “Mono” Villegas y la segunda parte del “Cuchi”, que espera la recuperación de un material gráfico por parte de «La Gaceta de Tucumán». Hay un documental sobre Jorge Pistocchi, el creador de las revistas “Expreso Imaginario” y “Pan Caliente”, otro sobre Jorge Lazaroff, el héroe de la nueva canción uruguaya, y uno sobre Oscar Matus, el descubridor de Mercedes Sosa y motor del Nuevo Cancionero.
¿Qué es el archivo Armusa?

Armusa (Archivo Audiovisual de la Música Sudamericana) es hoy un archivo y laboratorio audiovisual de músicas experimentales y populares de Latinoamérica (Armusa) que fue inaugurado por Américo Castilla, a comienzos del 2016, cuando este fue secretario de Patrimonio Cultural de la Nación. Se constituyó en un rescatista cultural de sonidos y melodías con arraigo popular desde la esfera del estado. Allí fue donde un artista de renombre y trayectoria como Castilla puso recursos de la nación en una tarea que si le compete, y es la de ser actor fundamental en el cuidado del patrimonio cultural.
Tras la renuncia de Castilla por problemas presupuestarios, Claudio Koremblit tomó su lugar. Sin mayores inversiones económicas, logró sostenerlo de forma independiente a partir de 2017. Koremblit fue productor musical del mítico programa de TV Badía y Compañía (conducido por Juan Alberto Badía) entre 1984 y 1988, y en su larga trayectoria audiovisual se destaca el recientemente estrenado documental: «Gustavo Leguizamón, Creando la tierra».
El trabajo de Koremblit es generado por propia iniciativa, de manera autogestiva, sin subsidios o incentivos de ninguna institución cultural oficial ni privada.
- LA VENGANZA, a fuego lento - 13 de mayo de 2025
- 227 lunas, de mentira - 11 de mayo de 2025
- Las cinéphilas, una rutina sin cortes - 10 de mayo de 2025