La zona de Interés (2023): El infierno detrás de la medianera.
La zona de Interés (2023): El infierno detrás de la medianera.

La zona de Interés (2023): El infierno detrás de la medianera.


Por Hugo Bertone.

A comienzos de la década del 60, la escritora y filosofa Hannah Arendt publico la primera edición de un controversial libro: Eichmann en Jerusalén: Un estudio acerca de la banalidad del mal. El mismo, abordaba un minucioso estudio acerca de la personalidad del jerarca nazi Adolf Eichmann, llegando a la conclusión que el nefasto personaje fue un ejecutor de acciones impuestas, sin pensar en los efectos que las mismas conllevan.

La maldad en su ser se puso de manifiesto deportando judíos a los campos de exterminio, naturalizando las órdenes a cumplir. Así surge la teoría de la banalización del mal: El accionar de gran parte de los militares nazis, no se representó por ideológicas o racismo, tan solo por “cumplir con su deber”.
Trazando un paralelismo con aquella idea extrema y este nuevo film que reabre la discusión acerca del proceder humano y su conciencia, “la zona de interés” nos sumerge hacia un océano de dudas humanas, de esquivos procederes, de conciencia adormecida e intereses personales ante cualquier catástrofe concebida

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Trabajo basado en la obra del escritor Martin Amis, dentro del camino de thriller psicológico y drama bélico, su director, el Británico Jonathan Glazer, vuelve a ponerse tras el lente después de 10 años de haber abandonado el metie cinematográfico. De poca pero efectiva filmografía en su haber, es responsable de un clásico y film de culto en estos tiempos, la maravillosa “under the skin” protagonizado por Scarlett Johansson, obra que muestra un trabajo por demás innovador y atractivo. Este director es uno de los mas creativos de los últimos tiempos y desarrolla en su nueva obra todo el despliegue de cine arte tan necesario para comprender el valor trascendental que aún posee el séptimo arte cuando está bien direccionado.

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El film cuenta el devenir de Rudolf Höss y su esposa Hedwig, quienes se esfuerzan en construir una vida de ensueño para su familia en una casa con jardín al lado de una de las construcciones más siniestras de la contemporánea historia humana: El campo de concentración de Auschwitz/Birkenau.
Nuevamente la temática del holocausto entre nosotros. Nuevamente una de las tantas historias que nos ponen de cara a una realidad humana inconcebible y tortuosa. Trabajos abordando la problemática existen por doquier, Pero esta vez un giro de tuerca, una perspectiva diferente pone de manifiesto como ningún otro trabajo fílmico aquel momento tan oscuro de la historia. Sin ambigüedades y con el recurso extremo y simple a la vez de lo cotidiano.

Una familia de clase acomodada va desandando el camino de los días con sus claroscuros, sus virtudes y sus defectos. Las escenas son bellas y estridentes, salidas de una fábula hollywoodense del cine pomposo y edulcorado de la época del Macartismo; pero aquello que global e históricamente conocemos se establecerá de modo transversal, generando verdadera sensación de espanto. No existe mayor terror, espasmo y temor que todo aquello que brinda la realidad. Lo desagradable comenzara a surgir dentro de cada uno siendo espectadores de momentos familiares bellos y envidiables. No existe rasgo alguno de violencia o sufrimiento en su metraje. Nada quita el sesgo estructural de aquello que resulta tan “natural” a los acostumbrados ojos humanos de observar y comprender al villano, y casi romantizar en muchas oportunidades.Símbolos y más símbolos preceden a las logradas imágenes. Las mismas, capitulan momentos dignos de formar parte de las compilaciones cuando se desee mostrar momentos gloriosos de la cinematografía de todos los tiempos.

Aquel teatro de la muerte sin eufemismos, como represento ser aquel campo de la deshumanización, muerte y trabajo forzado casi no se ve, pero de modo certero se siente mediante el conocimiento de lo tristemente célebre y el disparador interno que pone al mecanismo de la conciencia a despertar ante lo moralmente atroz. Una medianera divide lo glamoroso de una familia alemana y lo demoniaco de lo generado por un régimen político.
Dentro de la obra, las escenas de vista térmica (técnica visual) acercan un nuevo carácter a la obra. La misma resulta aquella conciencia que regula a veces y el modo de la resistencia ante tanto daño concebido.Imágenes de estridentes flores que crecen dentro de un jardín colmado de gritos infringidos por los “vecinos ruidosos”. Una piscina y soleadas jornadas que no impiden a las chimeneas que cubran tanta felicidad con su humo ennegrecido.

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Los detalles técnicos son sumamente relevantes. Un lenguaje visual casi a modo de documental realza la intención del manifiesto, todo es objetivo, usando muy poca luz artificial para generar el carácter más realista posible. El estudiado sonido por su parte construye una inmersiva atmósfera, La profundidad del diseño de arte pone de manifiesto el real sentido de la historia, que trasciende a través de eximio trabajo del director de fotografía polaco Lucasz Zal, introduciendo planos generales que poseen absoluta jerarquía, y una banda sonora limitada y por demás efectiva, parte estructural de la orientación del film. Compuesta por la Inglesa Mica Levi, un ambiente que mezcla el amor y el espanto, por sobre todo en la musicalización de la secuencia de los títulos finales, saliendo de la clásica partitura convencional

Su parte actoral conmueve y resulta sumamente creíble. Cuando hablamos de Nazis en el cine, existen muchos ejemplos de oscuros y siniestros personajes: Amón Goth En “Lista de Schindler”, Hans landa en “Bastardos sin gloria” o el inolvidable Bruno Ganz representando al maligno real sobre la tierra como lo fue Adolf Hitler, en “La caída” Pero en todos estos casos, sabemos que, mediante sus técnicas, logran una dramatización de la vida real. La diferencia de estos topes actorales con los personajes de la obra de Glazer es que los mismos, carecen de toda teatralidad, verán a personas comportándose como cualquiera lo haría diariamente. Se humaniza la deshumanización desde lo interpretativo generando algo pocas veces visto.

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Sandra Huller en el rol de la mujer del burócrata nazi. Sumamente convincente e impactante. Por momentos, delinea la postura de mujer plena, que ha logrado la casa y la familia que siempre soñó, por otro lado muestra un ser siniestro, convirtiéndose en una aterradora persona, sin gritar ni manifestar cuestión extraña, y Christian Friedel en la piel de Rudolf Hoss, un padre que ama a sus hijos, les lee cuentos, ama a los animales, pero despojado de toda humanidad mediante aceptar y llevar a cabo todo aquello que conoce a ciencia cierta llevando a cabo una profunda y excelsa interpretación.
El universo “Glazer” en su máxima expresión escalofriante, construyendo una narrativa en la cual la indiferencia y lo inhumano para a ser cosa de todos los días.
La autenticidad de la obra la hace diferenciarse de las otras del subgénero. Los muros son también protagonistas y lo que ocurre dentro de ellos el producto del egocentrismo, irresponsabilidad y maldad humana, banalizando o no la misma. El acierto de evitar todo efecto sensacionalista o

morboso, genera una carga sombría que se expande en cada segundo del metraje.Esta es la película de lo que no ves. Una representación exacta de como podemos ser tan parecidos a estos verdugos, y a la vez identificarnos con las víctimas. Una toma de conciencia severo de cómo hacer para no caer en el abismo de no sensibilizarnos por el sufrimiento ajeno, y no dejar que el ritmo loco de nuestras vidas nos permita no ver el sufrir ajeno.

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