«Trelew : La fuga  que fue masacre»
«Trelew : La fuga que fue masacre»

«Trelew : La fuga que fue masacre»

Agosto de 1972. Cárcel de máxima seguridad de Rawson, Patagonia Argentina. El plan de fuga de más de un centenar de presos bajo la dictadura militar se pone en marcha. Algunos logran alcanzar el aeropuerto de Trelew . El resto…..

El documental «Trelew: La fuga que fue masacre», dirigido por Mariana Arruti estrenado en 2004, reconstruye fielmente y con calidad creativa los hechos históricos que derivaron en el 22 de agosto de 1972. 

El documental es fiel a su esencia misma: relatar con imágenes y palabras hechos históricos acontecidos en un momento y lugar determinado, por lo que es indispensable poner en contexto la situación que allí se expone. La fuga de una cárcel militar de presos políticos, en su mayoría cuadros activos de las  organizaciones que ejercieron la lucha armada como respuesta a la dictadura militar del general Lanusse, es atendible sólo si sabemos contextualizar dicho episodio. 

Estaban presos la plana mayor de las organizaciones guerrilleras: Montoneros, FAR, PRT-ERP y sindicalistas como de Agustin Tosco del sindicato Luz y fuerza. Su encierro compartido les permite profundizar su marco teórico revolucionario en debates y lecturas, que a los ojos de lo que pasó después son casi una metáfora imperfecta.

Llama la atención la poca rigurosidad que mostraba la cárcel. Aquellos militares apostaban a la lejanía que tenía Trelew, lo que haría difícil e improbable cualquier acción para liberarlos por parte de sus compañeros de lucha. El contexto al que nos referimos es el del Cordobazo, imágenes de miles de obreros  y estudiantes en lucha frente a policías, son las que dan comienzo al película y muestran una clase trabajadora masivamente dentro de la estructura del Peronismo (proscripto desde 1955). Este es el germen que antecede, y como un termómetro muestra la temperatura política que ese tiempo histórico estaba gestando.

La historia que narra el documental sucede bajo dictadura con las cárceles llenas de presos políticos se puede ver por la plataforma CINE.AR

Los presos relatan que podían introducir libros y su foco de atención estaba en escapar para continuar la lucha. Todavía el marco era institucional y sus detenciones estaban dentro del marco legal de la justicia federal, con los derechos que esta otorga. Los testimonios en primera persona comienzan con detalles de su vida dentro del penal. Los jefes guerrilleros tienen la convicción que se deben fugar y para ello necesitan estrategias y apoyo externo.

El documental va generando mediante relatos e imágenes un ambiente hostil y pesado, se percibe que nada quedará como está. Nadie es neutral, los presos comunes respetan la presencia de Tosco y se mantienen al margen,pero apoyan la fuga.

El largometraje concentra testimonios de jefes guerrilleros fugados, militantes que no lograron huir y narra el operativo de los hechos ocurridos.

Esta calma está retratada en la actitud del pueblo que con poco interés en las razones revolucionarias de esos presos, alojan a los familiares y los contienen con provisiones de yerba y otras necesidades básicas.Las escenas son siempre de un atardecer que acurruca tensiones y parece estar esperando que las cosas sucedan de una vez.

Los relatos se hacen sumamente emotivos, son apenas inflexiones de la voz o miradas, las que transmiten una melancólica tristeza por lo que quiso ser y salió mal. De los escapados, Goririaran Merlo, por entonces del PRT-ERP, aporta la descripción de las tareas internas que preparaban la fuga.Vaca Narvaja, de Montoneros, explica las estrategia del plan y dibuja en un papel  cada paso del plan maestro. 

Estos dos relatos son claves y generan la tensión que el film necesita. Allí se construye un núcleo conductor. Cada paso es acompañado de imágenes que representan la huida, la espera de los que quedan, la indescriptible angustia en los remises que piden  los rezagados al pueblo (ante la tremenda falla de quien dirigía el operativo desde afuera y debía llevar a los 19 elegidos al avión).

Aquí es donde el documental se agiganta, es estricto con los hechos, pero construye desde la mirada de su directora un episodio de tensión dramática y cinematográfica que nos paraliza.   

Dos grupos de militantes, uno de 6 y otro de 19, logran huir del penal. En el primero iban los dirigentes del ERP Mario Santucho, Domingo Menna y Enrique Gorriarán Merlo; de las FAR, Marcos Osatinsky y Roberto Quieto; y de Montoneros, Fernando Vaca Narvaja.En el aeropuerto de Trelew toman el avión de la empresa Austral que había sido previamente copado por militantes.

El segundo grupo rezagado llega en remises, estos remiseros son los que a cámara relatan esos minutos de tanta incertidumbre.Sus palabras suman una perplejidad que nos representa. Uno de los remises no fue lo rápido que la circunstancia ameritaba y retrasó a todos hasta el preciso momento que el avión carreteaba por la pista. 

La huida comienza con los sobrevivientes contando cómo iban tomando cada sector de la carcel. La intención es solo huir y lamentan la muerte del guardia ultimado en el intento. La cámara recorre esos pasillos oscuros y gastados y el relato de Silvia Hodgeees (PTR-ERP) recuerda a los presos comunes y tras las rejas, haciendo la “V” de la victoria en un silencio cómplice. Los que no alcanzan el avión saben de su suerte, intentan resguardar su vida con la presencia de los medios, de un juez y de abogados conocidos y prestigiosos como Eduardo Luis Duhalde e Hipólito Solari Yrigoyen, reconocidos por su lucha en favor de los derechos humanos. 

Los 19 organizaciones politico militar evadidos del penal de Rawson explican la motivación del plan de fuga frente a la prensa y a los numerosos pasajeros que quedaron demorados en el aeropuerto. De izq a der, detras de los dos primeros Maria Antonia Berger con cuello de camisa negro Mariano Pujadas, Ruben Pedro Bonet y el periodista de CANAL 3 Daniel Carreras.

Eso está documentado con recortes de noticieros de época que enriquecen el valor histórico del documental. Se puede reconocer a un joven periodista Carlos Campolongo cubriendo los hechos. La dictadura de Lanusse intentará una repatriación de los fugados a territorio chileno y ante la negativa del gobierno de Salvador Allende, ejecutará a los que se entregaron en el aeropuerto como venganza, escarmiento y como una radiografía explícita de sus intenciones a futuro. 

El filme obtuvo premios en los festivales de La Habana, Trieste, Toulouse y Los Ángeles.

«Trelew era un tema pendiente que nos parecía que en algún momento tenía que contarse porque se trata de un fusilamiento decidido en las más altas esferas del poder político, que fue encubierto y protegido», había asegurado Arruti en el momento del estreno de la película. La directora mencionó también que eligió «contar esta historia de primera mano para que participaran del relato aquellas personas que habían tenido algún grado de protagonismo».

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