Por Carlos Daniel Aletto
Basada en la historia del hotel Edén de La Falda, un lugar de turismo familiar en el verano y un enclave nazi en el invierno.
La historia central de «El rostro oculto en el paraíso», la novela que se acaba de editar del escritor Jorge Suárez Armillei, se hunde en la trama de actividades secretas durante la preparación y el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial para montar un intrigante relato centrado en «El paraíso», un hotel deshabitado y en ruinas situado en una localidad cordobesa que décadas antes se convirtió en un enclave nazi fuera del control de las autoridades argentinas durante el ascenso y auge del nazismo en Alemania.
La génesis de la novela, recién publicada por Corregidor, está inspirada en el Hotel Edén de la localidad cordobesa de La Falda y comenzó como una investigación personal de Suárez Armillei cuando por casualidad se enteró de la existencia de este sitio en un viaje de trabajo a la zona del Valle de Punilla, en Córdoba. En la ficción, el jefe de la sección de policiales de un diario, Tomás Sangiorgi, va descubriendo junto a la guía turística Eva Adams que la narración de la visita guiada tiene pocas fuentes verificables o en algunos casos ninguna, más que la tradición oral del pueblo de San Antonio. Por este motivo el periodista decide investigar el origen del hotel para separar los hechos reales de la leyenda urbana en que se ha ido convirtiendo.
El hotel comienza a emerger, en el transcurso de la investigación, como un espacio con dos caras: la estival, abierta al público, y la invernal, cerrada a una elite que participaba de acciones encubiertas y espionaje, entre ellos personajes importantes del mundo de las finanzas, empresarios, militares, diplomáticos y políticos.
La primera novela de Suarez Armillei, quien publicó dos libros de cuentos de fútbol, «De volea y al ángulo» y «Viaje al centro del fútbol», no termina en las acciones de la investigación: Eva Adams prepara también el robo de un banco en Buenos Aires, junto a una banda de boqueteros, una historia vinculada con el encubrimiento del espionaje y las actividades secretas que se realizaban en el hotel.
¿Cómo fue el trabajo de investigación para escribir esta historia?
– Jorge Suarez Armillei: Cuando conocí el Hotel Edén de La Falda, lo primero que me llamó la atención fue el nombre que le habían puesto y su posible relación mítico-religiosa con la identidad cultural de los dueños primigenios. El edificio era el único testigo físico que se podía ver y analizar, entonces comencé a investigar el tipo de arquitectura con que se había diseñado, para de esta manera llegar a saber quién había sido el arquitecto, ya que se desconocía o se ocultaba su identidad. También otro tema del comienzo fue por qué lo habían erigido en ese lugar que era totalmente descampado y solitario para la época.
¿Se sabe de donde salió el dinero para construirlo?
–J.S.A.: Había algunos datos sueltos y fragmentarios sobre quién o quiénes habían estado detrás del emprendimiento turístico y cuál era el objetivo que se perseguía con su puesta en marcha. Ahí surgió la exportación de capitales alemanes hacia la Argentina a mediados del siglo XIX. Los capitales eran diversificados para varias actividades tanto agrícolas, comerciales, financieras, así como industriales en el país. Pero una de las más curiosas y que, en mi opinión, sería determinante en el futuro del hotel, era la ligazón con el complejo industrial armamentístico de Alemania que, por aquel entonces, tenía las fábricas de armamento más importantes del mundo (Krupp Tyssen). Esto se liga a que el ejército argentino importó el modelo prusiano en 1898, el mismo año en que se funda el hotel, a través del Teniente General Richeri. De allí en más la Argentina compra los pertrechos militares y toma el modelo del ejercito prusiano, II Reich de Bismark.
Lo cierto era que este movimiento de capitales y de influencia germana en el gobierno del general Roca estaba vinculada a una política de colonización por parte de Alemania a nivel global, ya que era una de las pocas potencias europeas que no tenía protectorados en el extranjero y quería tenerlos.
¿A quiénes estaba destinado los servicios del hotel?
– J.S.A.: Estaba destinado obviamente a una elite encumbrada de la época, tanto argentina como global. Aunque en la primera etapa de fines del siglo XIX hasta la guerra del 1914 se concentra con huéspedes extranjeros y en menor medida argentinos. En 1914 comienza el auge de los turistas argentinos en el hotel por la imposibilidad de viajar a Europa, dado el comienzo de la Primera Guerra Mundial, y toman como propio al hotel, este periodo dura hasta 1923 con el advenimiento del nazismo y la adhesión de los dueños del hotel a este movimiento. Ahí comienza la ideologización de los dueños y las actividades secretas, de captación y espionaje para el futuro Tercer Reich. Este periodo persiste hasta la caída de Berlín en 1945.
¿Cómo se descubren los vínculos con la ideología nacional socialista germana?
– J.S.A.: Se revela la relación más estrecha de los dueños del hotel con oficiales del ejército que se reunían en el establecimiento, tanto es así que se realizaban maniobras militares en un predio a unos 20 km enfrente del hotel.
También se descubren fotos de actividades de recreación turísticas en el hotel, en diferentes épocas, que fueron tomadas dentro del hotel, ya sea por el fotógrafo oficial o por turistas, se hallan retocadas para no individualizar a determinadas personas. Y, además, se constata el aumento exponencial del poder político y económico de los dueños del hotel en la zona en el periodo 1923-1945. Influencia en la intendencia del pueblo y en la provincia. Compra y arrendamiento de campos y propiedades. Mejoramiento desmesurado de la infraestructura del hotel y por lo tanto de los servicios.
A partir de un periodo indeterminado, cerca de la creación del partido nazi, los dueños viajan 6 meses a Alemania y 6 meses están en Argentina. El área del hotel está custodiada por destacamentos de la policía y del ejército. Después de la batalla del Río de la Plata, en el año 1939, entre el acorazado de bolsillo Graf Spee, alemán, y la Royal Navy, inglesa, donde fue hundido el barco germano, dando inicio de esta manera a la guerra naval mundial, parte de la tripulación y particular los oficiales del Graf Spee fueron contratados por el hotel como bañeros y como parte la guardia interna del hotel que ya existía. Se cree que esos oficiales estaban vinculados a la SS y al espionaje nazi.
¿Y hay documentación de esas actividades?
–J.S.A.: Sí, en las fotos que se pudieron recopilar, se puede ver en algunas de ellas antenas de onda corta en la terraza del hotel en el periodo de 1923 a 1945, y que por relatos orales se pudo reconstruir que servían para comunicarse con Alemania y que en determinados casos se escuchaban discursos de Hitler. Además, se detectaron otras antenas en una zona aledaña, Valle Hermoso, que se comunicaban con Alemania y eran parte de una red espionaje global de los nazis. Se sabe por testigos que los dueños se afiliaron al partido nazi desde su fundación en 1923, se pudo tener una copia de uno de los carnets, y los descendientes de los dueños dieron a conocer una foto de ellos con Hitler en la cancillería del Reich. Además, para un aniversario de bodas de los dueños del establecimiento, Hitler le agradece los servicios prestados a la causa desde el comienzo y le envía una foto suya autografiada.
¿Qué pasó luego de la caída del nazismo?
–J.S.A.: Cuando se declara la guerra en marzo de 1945 a Alemania y al Japón por parte de la Argentina, el hotel pasa a ser propiedad enemiga dentro de un conglomerado de empresas y bienes alemanes, hay dos versiones que circularon y que no se pudieron comprobar: fue confiscado como tal o que los dueños fueron resarcidos o indemnizados en una cifra exorbitante de dinero, se habla de 1.000.000 de pesos, por lo tanto, el hotel hubiese quedado en ambos casos como parte del estado argentino. Lo cierto es que nadie ocupó el lugar de dueño por largos años, y quedó en un limbo quiénes eran los verdaderos dueños después de la guerra.
Un hecho inédito, que sacudió parte del encubrimiento, fue que el FBI desclasificó un reporte de inteligencia que decía que Hitler, si hubiese escapado del bunker de la Cancillería alemana en marzo de 1945, hubiese buscado refugio en un hotel en las sierras de Córdoba, Argentina, y más particularmente en la casa de los dueños del hotel Edén, la familia Eichhorn.
¿Cómo articulaste las dos historias que se cuentan en la novela?
–J.S.A.: El trabajo de los dos hilos narrativos, que vertebran la novela, están desarrollados como historias que se dan secuencialmente durante prácticamente un año solar. Se empieza con el final de la primavera el 19 y 20 de diciembre de 2001 y se prosigue con el verano, otoño, invierno, primavera y finaliza con el final de la primavera o inicio del verano. La narración de la investigación periodística, que sucede alternativamente en Buenos Aires y Córdoba, está más desarrollada en cuanto a prosa y datos, ya que el tema del hotel demanda este tipo de desarrollo
En cuanto a la planificación, organización y puesta en práctica del asalto al banco, que se desarrolla enteramente en Buenos Aires, tiene un tratamiento de capítulos más cortos y en cierta medida con una economía del lenguaje a los efectos de contar lo esencial y hacer más dinámica la lectura. Los capítulos correspondientes a cada hilo narrativo se van articulando armónicamente en una línea de tiempo. El personaje que une ambos hilos es Eva Adams que, de comenzar como un personaje secundario, se va transformando en principal y equipara a Tomás o lo supera. El punto de vista es el de un narrador espía que sigue a los protagonistas con una cámara cinematográfica por todos lados.
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