La Serpiente
La Serpiente

La Serpiente

Por Daniel Burman

“Mis impresiones y descripciones de películas y series, configuran un espacio para compartir claves de análisis y lectura” (https://impresionescinefilas.wordpress.com/tag/documental)

La miniserie sigue los pasos de Charles Sobhraj (Tahar Rahim), un asesino, ladrón, estafador y traficante de joyas de origen indio-vietnamita durante los años 70 y a través de varios países de Oriente, y los de Herman Knippenberg (Billy Howle), un secretario de la embajada holandesa en Bangkok que se embarca en la investigación de un asesinato.

Sin dudas, una de las mejores y más sofisticadas series policiales de los últimos tiempos

No por nada a Sobhraj es apodado «La Serpiente»: basta pensar en las caracteríticas de este animal para constatar que todas cuadran perfectamente con su personalidad y su modus operandi. Justamente esa es la descripción del perverso accionar con el que Sobhraj, como un verdadero depredador, elegía, captaba y trataba a sus víctimas (víctimas con un perfil muy claro). La serie cuenta con una cantidad de aciertos y virtudes pocas veces vista últimamente en una ficción policial (y en una ficción en general) y que se detallan a continuación.

La estructura temporal es sencillamente genial, ya que no es un capricho narrativo sino que tiene objetivos claros: con un mecanismo de relojería, los flashbacks van dosificando la información y en ocasiones cambian el punto de vista del relato, ya que este recurso va cambiando el protagonismo de algunos personajes en los diferentes capítulos y así, algunas escenas o situaciones enriquecen o cambian el sentido general de la historia.

En cuanto a los personajes, es notable la descripción de los protagonistas en un juego de opuestos entre el mal, representado por el calculador Sobhraj, y su pareja, la bella Marie Andrée (Jenna Coleman), como el bien, representado por el cada vez más obsesionado Knippenberg (un hombre ordinario en una circunstancia extraordinaria) y su encantadora esposa Angela (Ellie Bamber). Se suma una lograda descripción de las víctimas y sus padecimientos.

Tahar Rahim compone un personaje temible, seductor y audaz, movido por el resentimiento y con una personalidad algo indescifrable ; la dinámica de su relación con Marie, en una ambigüedad que mezcla la victimización y la complicidad, está muy lograda. Howle también está muy bien en su tenaz y obsesiva búsqueda de justicia.

Agrego que los crímenes de Charles no están al servicio de pretenciosas simbologías ni ritos con las que ya nos saturaron las series sobre asesinos seriales, sino que obedecen a razones que para su autor son estrictamente funcionales y no por eso exentas de crueldad.

La Serpiente transita todos sus climas con un timing y una pericia infalible: suspenso asfixiante, situaciones kafkianas, violencia explícita, acción y hasta ciertas dosis de melodrama.

En suma, una serie sofisticada como pocas, con un asesino y estafador temible, buena trama y un suspenso asfixiante y kafkiano, excelente pintura de personajes, maravillosa reconstrucción de época, genial manejo de las líneas temporales, increíbles locaciones, grandes actuaciones y basada en un caso real ¿qué más se puede pedir?

Su maravillosa recreación de época, las increíbles locaciones, su cosmopolitismo (desfilan varios personajes que hablan en diversos idiomas, incluidos sus protagonistas) y la presencia del ambiente diplomático le otorgan a la serie una sofisticación digna de una película de espionaje.

Últimas entradas de Pablo Kulcar (ver todo)
Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *